MALAK nace como un refugio sensorial en el corazón de Jaén, un restaurante que conecta con la esencia de la Sierra de Segura. Su interiorismo evoca el otoño serrano, con tonalidades rojizas, anaranjadas y verdes que remiten al bosque, al agua y a la tierra. La madera y la vegetación preservada se integran en un ambiente íntimo, donde cada detalle —tejidos, mesas, materiales— ha sido cuidadosamente elegido para realzar la experiencia gastronómica. La iluminación moderna sectoriza los espacios, creando atmósferas cálidas y personales. En el reservado, murales a medida simulan vistas reales entre montañas, en diálogo con las diferentes texturas que envuelven al visitante. El suelo recuerda al barro y las raíces, y un expositor de vajilla junto a la vinoteca climatizada, ambos en madera oscura e iluminación lineal, completan un espacio donde los platos son los verdaderos protagonistas.